La bodega lanzará al mercado un Oloroso y un Pedro Ximenez procedentes de botas con historia y con una vejez mínima de 60 años. Con estos vinos inicia una nueva gama, ‘Singular’.

 

La bodega Fernando de Castilla lanzará al mercado en enero de 2019 una nueva gama, denominada Singular, con la que pretende dar a conocer sus mejores caldos y soleras, según explica.

Para el estreno, en diciembre de 2018 se han realizados sacas de dos de sus vinos más exclusivos, un Oloroso y un Pedro Ximénez, «ambos con una calidad excepcional y exremadamente viejos». Las sacas están limitadas a 600 botellas numeradas de 375 mililitro cada una y se presentan en estuches de madera individuales.

Hace algunos, la bodega adquirió tres botas de un oloroso «increíblemente viejo», que habían estado en la bodega privada de una «prominente familia jerezana» durante casi un siglo. El vino había sido utilizado para eventos familiares ocasionalmente durante generaciones, hasta que en 2015 la familia decidió vender las soleras que les quedaban debido a una remodelación de la vivienda. El Oloroso Singular que empezará a venderse en 2019 tiene un color caoba intenso, un aroma potente y completo con notas de roble y nueces, en boca es intenso y con mucha estructura y su final es muy persistente.

El Pedro Ximénez procede de una histórica bodega de Jerez, ya desaparecida. Fernando de Castilla adquirió 9 de sus botas en 2012, pertenecientes a una pequeña partida que estuvo envejeciendo estáticamente durante muchos años en la parte más noble de la bodega; su vejez media sobrepasa los 60 años. Se caracteriza, según explica, por un color negro profundo y una gran concentración de aromas de nueces, orejones, dátiles, cuero y tabaco. Es muy denso en el paladar, dulce y sabroso con un largo postgusto.

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