José Antonio Palacios propone unos vinos singulares, de autor. El último, Fernando Poo, se inspira en los licores de chocolate y sólo hay 250 botellas.

 

Un productor sanluqueño, José Antonio Palacios, es el autor de los vinos de Alucinante, una bodega que desarrolla su actividad en la nueva destilería puesta en marcha por Weisshorn (más información aquí) en el barrio alto de Sanlúcar.

Palacios busca la diferencia a partir de vinos tranquilos, de autor. El productor lleva años soñando con este proyecto, pero ha empezado a producir bajo el sello de Bodegas Alucinante hace poco (en la vendimia de 2016). Es el nombre se debe a que así se llamaba un caballo blanco que tenía su abuelo y que competía en las primeras carreras de caballos en las playas de Bajo de Guía.

Actualmente,  tiene en el mercado tres vinos. La Riparia del Abuelo, un vino seco, obtenido de la fermentación de las uvas palomino y moscatel que recueda a albariños y verdejos y combina con los productos marineros de Sanlúcar. Alucinante  es un vino natural del año, de los llamados vinos tranquilos de la tierra de Cádiz, también compuesto de palomino y de moscatel. «Es un vino diferente, que ha detenido la fermentación por inducción de frío, a temperaturas muy bajas para alcanzar sus máximas cualidades», explica. Este vino es afrutado y fresco y combina con platos salados, arroces, carnes blancas o patés. El tercer vino es Fernando Poo. Este vino se inspira en los licores que se hacían en Sanlúcar en los años 50, y es un vino generoso de licor macerado con aroma de chocolate. Se trata de un vino aromático de unos quince años de vejez media, que huele a  naranja agria, regalíz y recuerda al cacao, y que en boca es «aterciopelado y redondo», con sabores ásperos y persistentes que perduran en el tiempo. «Ideal para tomar en sobremesa, especialmente solo y de forma espaciada en el tiempo», describe el enólogo.

De este último, presentado recientemente, sólo hay 250 botellas, y no habrá más porque es el resultado de un largo proceso y lo que prima, indica, es la calidad.

El enólogo José Antonio Palacios. Fotos cedidas por la bodega.

El enólogo José Antonio Palacios. Fotos cedidas por la bodega.

La bodega ya está trabajando en su próximo vino, una nueva combinación de palomino y moscatel (de la fusión de ambas palabras surge su nombre, Palotel), con fermentación en botella y que estará en el punto intermedio entre el Alucinante y un espumoso.

Para saber dónde se puede probar o se vende o comprarlo online, pulsar aquí (el enlace va a la web de la bodega).

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