Las Siete Esquinas de El Puerto cambia de gerencia. El cocinero Sergio García lleva al establecimiento una propuesta original, con una carta que cambia cada semana o cada quince días, y mucha atención al producto.

 

La Siete Esquinas de El Puerto inicia una nueva etapa. Una etapa en la que la lechuga llegará a la mesa en maceta, y el bacalao hará pareja con el chocolate.

El responsable de todos estos cambios es Sergio García, un madrileño con 26 años de experiencia en la hostelería. Proviene de la Escuela Militar Politécnica de Carabanchel, trabajó como cocinero especialista en Bosnia y Herzegovina, y por último ha trabajado en Sevilla, en el Grupo Abades y en Eurostars, entre otros establecimientos. Al El Puerto ha llegado, indica, enamorado de la ciudad.

Otro ángulo del patio. Todas las fotos han sido cedidas por el establecimiento.

Para abrir su propio negocio se ha hecho con un establecimiento singular, El Patio de las Siete Esquinas, un local amplio formado por un patio con los siete recodos que le dan nombre, y la nave de una antigua bodega. Ha realizado un reforma al local durante el último mes y medio, y ha abierto de forma escalonada; ya ofrece desayunos, y partir del jueves 20 de febrero empezará a ofrecer los almuerzos. Ofrecerán cenas sólo los fines de semana, por lo que el primer servicio será el del viernes.

Pasárselo bien comiendo

«Siempre ofrecemos un contraste de sabores, la idea es que la gente se lo pase bien comiendo, el espacio es muy bonito y nosotros somos muy simpáticos», explica el cocinero. Para empezar, ha instalado una parrilla de carbón que permitirá hacer pescados en espada y carnes. La idea general es jugar con productos de la zona, aunque dándoles «un toque diferente». Habrá una carta muy reducida que cambiará cada semana o cada quince días para adaptar la oferta a los productos de temporada.

La zona de barra.

Un ejemplo de los contrastes y de la frescura que quieren mantener en la oferta está en los churros de bacalao que se sirven con un chocolate especiado, y en la que será «la ensalada más fresca», ya que la lechuga  Trocadero se servirá en maceta, limpita, para que el cliente corte las hojas que más le gusten. También podrá elegir el resto de los ingredientes entre una selección.

El establecimiento conserva la zona de barra, donde se servirán quesos andaluces, y también acoge celebraciones y eventos personalizados con capacidad para hasta unas 230 personas.

Más información sobre el establecimiento, aquí.

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Quiero probar los distintos sabores de un jamón