No han cerrado: están de reformas. Durante un mes y medio, en La Marea de Cádiz cervezas, gambas y arroces serán sustituidas por cemento y ladrillos para  modernizar el local reformado por Carlos Sánchez Pollak a finales de  los 80.

 

El personal de La Marea deja paso a los obreros. El establecimiento gaditano se transforma desde el lunes 14 de octubre en un establecimiento más moderno, adaptado para todos y una terraza más cómoda y climatizada. A los nuevos tiempos, en suma.

Hacía muchos años que la cervecería situada en el Paseo Marítimo gaditano no se sometía a una reforma en profundidad. De hecho, en un azulejo situado en el mismo local, cerca de la pecera donde meneaban las antenas los bogavantes, se podía leer el año en el que se pusieron los azulejos tornasolados en las paredes del local siguiendo las directrices del arquitecto Carlos Sánchez Polak: en el 88.

Desde el establecimiento, Mikel Elorza explica que conservarán la esencia del local y centra la intervención en dos aspectos importantes: la adaptación de los baños para el uso de personas con movilidad reducida, y la aclimatación y mejora de la concurrida terraza.

El deseo del propietario es que la obra esté finalizada para finales de noviembre; mientras, el personal está cogiendo las vacaciones; después, recibirán formación de cara a la nueva etapa. Aunque la idea, aclara Elorza, es conservar la misma oferta culinaria, en la que predominan arroces, mariscos y pescados.

Salen camareros y entran los obreros; el establecimiento, explican, no cierra: sólo se reforma. En unos meses, La Marea volverá a subir.

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