Sitio con encanto situado a pie de carretera. El estilo rústico impera en un primer salón donde está la barra. El segundo, que da a la trasera del edificio, tiene un aspecto más funcional y con grandes ventanales que le dan mucha luz. De todos modos lo más atractivo es su terraza a pie de carretera pero con unas vistas bastante agradables. El desayuno, muy cuidado, con distintos tipos de pan (cateto y molletes) que elaboran ellos mismos en un horno de leña. Para acompañarlos diferentes tipos de mantecas, aceite, tomate y también lomo en manteca o carne mechá hecha por ellos. Los fines de semana también se le puede poner pata de cerdo que hacen al horno. En la barra se puede tapear o comer en los salones. Lo más demandado son potajes como la berza o el menudo. También venado en salsa y carnes a la parrilla con ternera retinta o argentina, cerdo ibérico. Hacen también pollo de campo que sirven en dos vuelcos. Primero los higaditos con arroz y luego el pollo con patatas. Mejor reservar antes este plato. Por encargo también hacen jabalí al espeto.

Sus actuales propietarios desconocen la fecha exacta de creación del establecimiento, aunque estiman que el sitio es bastante antiguo. Antonio Real, cuyo hijo José Real regenta ahora la venta, se hizo cargo de ella, cuando el edificio estaba muy deteriorado, en 2006 y lo remodeló por completo. El nombre se debe a que así se conoce esta zona, como Mesa Jardín.

Informaciones sobre este establecimiento anteriores a 2017, aquí

Un pan, dispuesto para el untamiento.

El interior.

La Venta, por fuera.