El local es amplio, decorado en un estilo rústico pero muy luminoso. Tiene una zona central con la barra y mesas para tapear, desde donde se accede a cuatro espacios distintos: un salón acristalado para 120 personas, una terraza para otras 60 personas y dos salones interiores, uno para treinta personas y otro para doce.
En lo gastronómico, el establecimiento ofrece los platos más demandados en la venta como las carnes de caza o los arroces. La carta es muy amplia con propuestas, además, muy variadas, desde mollejitas de cordero a un paté de cabracho, pasando por una tosta de sardinas con mermelada de tomate o unos chicharrones caseros. Hay una sección de revueltos y otra, amplia, de mariscos y pescados. Cuentan también con media docena de arroces que van desde el de conejo o el de perdiz hasta el negro con chipirones.
Aunque hay una pequeña barra para el tapeo, se come a base de platos y raciones para compartir, aunque hay también medias raciones de algunas propuestas. Admiten reservas. Más información sobre el establecimiento aquí.
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