El Bar La Escueva es un curioso establecimiento que abrió en Setenil en septiembre de 2011 y que en octubre de 2012 pasó a manos de Rafael Vargas Villalón. Está en el interior de una cueva de 10 metros. El techo del establecimiento es la propia piedra de la montaña al igual que parte de las paredes. Tiene un primer piso incluso con un pequeño salón para una decena de personas.
El nombre se debe a la forma de hablar en Setenil al referirse a la calles de las cuevas.
Se trata de un sitio con encanto con tapeo variado. La tapa más demandada el cojonudo, una tosta de pan de Setenil con mayonesa, pimiento del piquillo, chorizo picante y huevo de codorniz. En los últimos años también se han hecho famosos por su tapa de tomate aliñado. Además tostas y tapas con un toque creativo.
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