El establecimiento se somete a una puesta a punto y reabre a manos de Gema Aragón, de la misma familia que lleva décadas al frente del negocio gaditano.

 

El Merodio abrirá sus puertas a principios de la próxima semana tras una puesta a punto. Nueva pintura, decoración y detalles, como el «fichaje» de Chano y Chari, dos personajes que indicarán a los visitantes dónde están los lavabos y que son obra del artista plástico instalado en Madrid Javier Granados. También son suyos los cuadros que decorarán las paredes con papas aliñás, quesos o caballas.

No habrá novedades en torno a la carta, que continuará igual: cocina típica de Cádiz, con protagonismo de pescados y mariscos, servidos en tapas o raciones. «Queremos seguir ofreciendo los sabores típicos de Cádiz» explican desde el establecimiento.

Al frente del negocio se sitúa ahora Gema Aragón Loaiza, de la misma familia que ha gestionado este negocio durante décadas.  Fue Vitorino Luguera quien abrió el bar con el nombre de La Adela frente al Mercado de Abastos gaditano en los años 50. Tras su fallecimiento pasó a José Sierra, quien le puso El Merodio, y tras morir este la gestión recayó en el yerno de Luguera, José Loaiza. José gestionaba el bar con la ayuda de su padre Antonio, conocido como «de los duros antiguos» por la antigua taberna situada en el barrio de La Viña. Miguel Ángel Loaiza quien se puso al frente tras el fallecimiento de José, y ahora la gestión recae en la tercera generación.

El Merodio está en el número 4 de la calle Libertad.

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Quiero probar los distintos sabores de un jamón