Los bollos de aceite de la confitería Nuestra Señora de Regla se han convertido en una tradición de la Cuaresma de Chipiona. La pastelería también hace torrijas con moscatel
Los Jueves Santo toca comerse un bollo de aceite. Tienen el aspecto parecido a los bollos suizos. Están esponjosos y saben a ajonjoli que es el ingrediente que utilizan para aromatizarlos. Por encima llevan espolvoreada azúcar.
En la confitería de Nuestra Señora de Regla, el horno de Joselito El Chato, como lo conoce mucha gente en Chipiona ya hacen este dulce todo el año, dado su éxito, aunque en principio surgió como un dulce típico de la Cuaresma.
Su sabor recuerda un poco también a los bollos de Arcos, otro dulce de Cuaresma típico de la localidad serrana y que también lleva ajonjoli y aceite de oliva entre sus ingredientes, aunque su «pariente» chipionero tiene una masa mucho más esponjosa.
Fernando Guzmán Mohedano, maestro pastelero de la firma, señala que estos bollos «no sé cuando se comenzaron a hacer. La receta me la pasó mi padre, Joselito «El Chato» y el ya los hacia».
El Chato fundó su pastelería en Chipiona allá por la década de los 60 siguiendo así la tradición de su padre Manuel Guzmán que también tuvo pastelería incluso en Sevilla.
Lo más tradicional, señalan desde la confitería, es comer estos dulces el Jueves Santo pero ya se comen durante todo el año. La gente nos los pide y los tenemos siempre, concretan. La unidad sale a 60 céntimos (precio a marzo de 2018).
Pero estos bollos no son el único dulce de Cuaresma que hacen esta pastelería, que también cuenta con cafetería para tomar «en directo» sus especialidades. También elaboran dos tipos de torrijas y una de ellas las aromatizan con el conocido moscatel de Chipiona.
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Los bollos de aceite de la confitería Nuestra Señora de Regla vistos de cerca. Foto: Cosasdecome
