¿Sabes que nada más entrar en el restaurante te dan dinero? Y, ¿qué tiene que ver El Brujo con toda esta historia? Te contamos las diez sopresas que esconde el antiguo molino de mareas

1. Que te den dinero ellos a tí. Bueno, no es que sea dinero de curso legal, pero es una moneda al fin y al cabo. Estamos hablando de un disco que por un lado reproduce el símbolo de Aponiente y, por otro, la moneda fenicia Gadir. Un detalle con el que conmemoran el décimo aniversario del restaurante. Además, trae un pequeño agujerito que permite convertirlo en colgante.

2. Que la mesa esté atracada. Metafóricamente, claro. Recibe al comensal con un pequeño noray y unas sogas, también a escala, que se retiran para iniciar la travesía. Además, sirven para sujetar los menús.norayred

3. Que no haya una hilera de cubiertos liosos a cada lado de los platos. Cada plato viene acompañado con los cubiertos necesarios. De hecho, los cuchillos son muy difíciles de ver. Tampoco hay un muro de vasos vacíos.

4.Que cada uno de los platos -es decir, la vajilla- sea diferente y, algunos decididamente extrafalarios, pero chulos y en plan marino, claro. Dan ganas de preguntar si se pueden meter en el lavavajillas.

5. Que el uniforme del personal incluya una pulsera rígida con el símbolo de Aponiente.

6. Los detalles. Son muchos y muy curiosos. Por ejemplo, el papel sobre el que se sirven los embutidos. Es como el que usan en las tiendas de ultramarinos, pero tiene impresos dibujos muy chiquititos de un animal fruto de la combinación de un pez y un cerdo (en referencia al cerdo del mar, que es como llaman a la lisa de estero) y un lema con sabor a ultramarinos viejuno: «Calidad y confianza».Los embutidos los sirven en una mesa de matanza reconvertida en carrito. Los pasteles también llegan en un carrito, pero de madera y con vitrina.

7. La bióloga marina. Antes de servir los embutidos marinos, una bióloga marina explica qué son las lisas y algunas características del entorno, pleno Parque Natural Bahía de Cádiz. Cómo funciona es y para qué sirve un molino de mareas nos lo habían contado antes, al entrar en el restaurante.

8. En el barco hay más tripulantes que pasajeros. Sala y cocina están llenas de personal. Aquí trabajan unas 70 personas, que se encargan de un máximo de 40 comensales en cada servicio.

9. El baile de sala. El movimiento de los camareros está más ensayado que la coreografía de los coches de Lala Land. Mola ver cómo se hacen señas por lo bajini para servir las cosas a los dos comensales a la vez y usando los mismos gestos. Puro espectáculo.

10. Martínez Ares. A la salida te regalan un libro donde encaja la moneda del punto 1, un tarrito con sal de salina y un pedacito de la soga del punto 2. El libro empieza con un pasodoble de Martínez Ares, concretamente de su comparsa El Brujo. Incluye el menú que has tomado y poesías sobre el mar, con su correspondiente traducción en inglés. Los poetas son Neruda, Benedetti, Pedro García cabrera y Alberti. Ya saben: El mar, la mar. El mar ¡Sólo la mar!

Horarios, localización, teléfono y más datos de Aponiente, aquí.

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