El cocinero Miguel Herrera de Algodonales lleva la slow food en una furgoneta convertida en cocina industrial por las provincias de Málaga y Cádiz

«Asopla, que no es robao». Esto le decían al cocinero de Algodonales Miguel Herrera sus abuelos cuando de chico engullía la comida por tal de irse a jugar antes. Con el tiempo, el que tragaba como si tuviera que ocultar las pruebas de un delito se ha convertido en un defensor de la comida lenta, el slow food, del producto, del kilómetro cero y de la tradición.

Fruto de esta pasión ha ideado tres iniciativas y la segunda, que empezó a fraguar en 2015, va a echarse a rodar antes de que finalice el mes por la serranía de Cádiz y Málaga y, más avanzada la temporada, por la costa. Se trata de una furgoneta-cocina que se llama L17 Rustic Food.

La iniciativa surge al ver el cocinero que el ritmo de la vida actual «está muy acelerado y la gente come muy rápido y mal, porque comer rápido es comer mal». Sin asoplar, vaya. Y es que muchos parecen no tener tiempo para comer. Ahí es donde entra en juego esta furgoneta procedente de Francia y equipada con cosas saludables, ricas y buenas «de toda la vida de Dios», aunque con algunos matices más modernos.

Lo de L17 es porque las furgonetas de la época (esta Citröen HY es de los años 40 y siempre se ha dedicado a la venta ambulante) se identificaban con letra y número. Este vehículo, concretamente, ya venía con la ‘L’ que lo identifica como el modelo largo. Pero además, la L es la inicial de su hija Laura. 17 es el día de su nacimiento.

La furgoneta ha sido completamente acondicionada para su nuevo uso. Ahora cuenta con una cocina industrial donde elaborar unas 200 comidas diarias con productos de la zona donde se encuentre. una carta que se puede consultar aquí.

De momento ya está funcionando en eventos, y a mediados del mes de mayo comenzará una ruta con la que se quiere expandir la virtud de esta comida por las provincias de Málaga y Cádiz.

Pero hay más resultados de la inquietud y el afán de luchar por lo tradicional y de potenciar los productos de la zona de Miguel. El más antiguo es El Cuchareo, una marca que se dedica al asesoramiento, eventos, revistas, programas y documentales gastronómicos.

Además, en 2017 nace el obrador El Golimbreo como una escuela debido a la demanda de cursos que registran. Siempre con la idea de que no se pierda la tradición, imparte cursos de iniciación a la cocina, cocina avanzada, repostería, cocina para personas con problemas alimenticios y catas y maridajes, entre otros.

Más sobre las iniciativas de este cocinero serrano, aquí.

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